"De estatura mediana (...). Flaco de nacimiento, aunque devoto de la buena mesa. De mejillas escuálidas y de más bien abundantes orejas. Con un rostro cuadrado en que los ojos se abren apenas y una nariz de boxeador mulato (...). Ni muy listo ni tonto de remate. Fui lo que fui. Una mezcla de vinagre y aceite de comer. ¡Un embutido de ángel y bestia!".
Don Nicanor nos acercó a una poesía sin límites, haciendo caer al mundo cotidiano, lo más sublime. Recordemos su poema.
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo
Lleno de toda clase de problemas
Con el ceño fruncido
Como si fueras un hombre vulgar y corriente
No pienses más en nosotros.
Comprendemos que sufres
Porque no puedes arreglar las cosas.
Sabemos que el Demonio no te deja tranquilo
Desconstruyendo lo que tú construyes.
Les invito a buscar en nuestra Biblioteca el libro "Poemas y antipoemas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario